Ir a buscar trabajo con el pelo largo, las uñas pintadas de negro, una chaqueta de cuero y delineador negro en los ojos puede sugerir que te gusta el rock. Pero eso no te hace una persona más o menos competente para ese puesto de trabajo. Sin embargo, el tema del estilo de moda con respecto a las proposiciones de trabajo y a los diferentes desempeños profesionales está siempre presente; y a pesar de muchos esfuerzos, siguen estando directamente relacionados.
Por ejemplo: no hay políticos hombres que abandonen el traje oscuro compuesto por chaqueta y pantalón, además de una camisa de color claro. Es un uniforme y los más transgresores apenas sustituyen la corbata por una pajarita o simplemente no usan. Eso tampoco los define como políticos. Entonces, ¿qué hacer ante esta institucionalización de los estilos de moda?
Define tus prioridades
Si tu prioridad es comer, entonces debes dirigir tus esfuerzos hacia allá, pero sin que eso te genere una insatisfacción personal. Es posible encontrar puestos de trabajo donde acepten la forma en la que te vistes. Eso no solo te hará sentir bien a ti, sino que te permitirá dar lo mejor en ese trabajo, donde no hay ningún tipo de discriminación con respecto al físico.
Sin embargo, hay ciertos aspectos que no son eludibles. Especialmente con profesionales de la salud o aquellos que deben usar uniforme, es posible tener que cumplir unos códigos de vestimenta en aras de mantener la imagen institucional. Sin embargo, está de parte de la empresa la posibilidad de generar la suficiente flexibilidad que permita que su imagen institucional no vaya en contra de tu expresión a través de la moda.